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esta Es MI HISTORIA
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UNO DE MIS DESFILES_edited.jpg
GANADORA DE UN CONCURSO DE DISEÑO_edited.jpg

Año 1997

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Me llamo Amelia Martínez, soy diseñadora

y artista multidisciplinar y soy del 73.

​Dicen que nací con una aguja enhebrada en la mano, pero ahora también sé que en la oreja sostenía un lápiz al estilo carpintero.

Pasé la infancia dibujando, pintando, cosiendo, bordando... vistiendo a muñecas a las que cortaba el pelo mientras observaba feliz cómo vivían los escarabajos del romero.

 

Al terminar los estudios de Diseño, Patronaje Industrial y Modistería, pude comenzar en el mundo de la moda y compartir equipo en los talleres de grandes profesionales.

Nací con una habilidad artística que me ha permitido conseguir a lo largo de la vida numerosos premios de dibujo, pintura y diseño.

​Fue después de recibir uno de ellos, cuando, con veinticuatro años y cargada de ilusión,

me lancé de cabeza a una piscina vacía

imaginando que estaba llena. Ya entonces intuía que LO QUE CREES, si realmente lo crees, SE CREA.

Y así es como el agua de repente apareció.​ 

Hoy todavía sigo nadando y soñando, disfrutando como entonces de mi admiración hacia la naturaleza. Sí, la naturaleza, esa querida musa a la que estoy totalmente conectada, es la fuente de la que ha bebido mi creatividad a lo largo de tantos años, aprendiendo de su sabiduría e inspirándome en su mágica belleza.

Después de años dedicada a mi taller de Alta Costura en Valencia, creé mi marca de moda infantil en la que confiaron más de quince puntos de venta en España; hasta que llegó una crisis mundial y sin perder un segundo me reinventé.

Fue así como nació Dermatopía, mi estudio de Tatuaje Artístico en Valencia. Una etapa maravillosa que tras once años, el estrés me obligó a parar.

Y en esta soledad sanadora comencé a meditar y a entrar en calma; entre flores; y me convertí en una de ellas: pasé a ser una flor que por fin recibía el alimento perfecto para poder mostrar sus pétalos abiertos al sol. Esa paz fue la luz que prendió la chispa...

... y surgió en mi mente HILOSEDARIO.

 

Y desde entonces estoy dedicada a un oficio donde manda la paciencia; y en el que las piezas que van surgiendo no son caras sino valiosas. 

Porque los tejidos, como todo en el universo,  también tienen frecuencia energética, y dicen que los naturales la tienen mucho más alta.

Y yo creo que incluso un fino hilo de seda posee alma. 

Es aquí, en mi taller, donde aprovecho esta habilidad manual con la que nací, para dar forma a cada pieza, dejándome llevar por las señales que me dicta el corazón, mientras escucho el hermoso trinar de los pájaros que me acompañan.

 

Año 2025

HILOSEDARIO es el fruto maduro obtenido de aquella pequeña semilla sembrada en el campo de la moda en 1997.

Como marca ética, está basada en la responsabilidad e impulsada por valores y principios comprometidos con hacer lo correcto en la sociedad y el medio ambiente.

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